La terapia craneosacral es una terapia manual suave y profunda. Consiste en un contacto ligero de las manos del terapeuta en el paciente.
Durante la sesión, el terapeuta escucha los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos, pulsaciones y patrones de congestión y resistencia.
Ésta le proporciona información importante sobre el funcionamiento del cuerpo de la persona en su totalidad.
En respuesta a golpes físicos, tensiones o problemas emocionales, etc. los tejidos del cuerpo se contraen.
En ocasiones, esta contracción -sobre todo si el golpe ha sido fuerte o el trauma emocional intenso- queda contenida en el cuerpo, limitando su buen funcionamiento, y creando restricciones que provocan problemas que pueden durar años.
El movimiento craneosacral las refleja como áreas de congestión o restricción. Un terapeuta entrenado puede percibirlas, identificar su origen y trabajar con ellas.
El terapeuta utiliza sus manos para reflejar al cuerpo del cliente el patrón que está conteniendo; al hacerlo, éste tiene la oportunidad de soltar ese patrón restrictivo y encontrar una nueva forma de organizarse.
Siguiendo este principio fundamental, el terapeuta nunca impone nada sobre el cuerpo de la persona, ni fuerza a su organismo a hacer algo para lo que todavía no está preparado. Es el mismo organismo del paciente el que lleva a cabo su proceso de curación.
La terapia craneosacral es tan suave y segura que es apropiada para personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés.
También puede aplicarse durante el embarazo y posparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad.
Al tratarse de una terapia global de todo el cuerpo, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición, incrementando su vitalidad. El énfasis del trabajo radica en acompañar a la persona a restablecer su expresión de salud.
La siguiente lista muestra algunas de las condiciones, entre otras no mencionadas, que pueden responder favorablemente a esta técnica:
SESIÓN
75 € / 80 minutos
Comenzamos a trabajar desde la primera sesión.
Sí. No tiene contraindicaciones, y además, combinada con la Terapia Cognitivo-Conductual y la Psicoterapia Sensoriomotriz puede ayudarte a mejorar visiblemente tu calidad de vida.